Para ser wedding planner, deberás capacitarte y estar a la vanguardia en cuanto a las tendencias en moda, catering, decoración, colores, diseños y más. Un organizador de bodas será capaz de manejar las crisis que puedan presentarse, de manera efectiva y eficaz. Además de ser muy empático, simpático, organizado y detallista.
El trabajo de una Wedding Planner puede empezar hasta con 10 a 12 meses de anticipación, para que se pueda hacer una gestión detallada y con resultados impactantes.
Y lo más importante; una Wedding Planner desarrolla un vínculo de confianza con los novios que lleva a desarrollar una relación de respeto y consideración mutua.
Si te gusta ser parte fundamental de la felicidad de otras personas, eres empático, organizado y detallista; quizá ¡ser Wedding Planner puede ser tu próximo emprendimiento!
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